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te amaré, te amaré si estoy muerto, te amaré el día siguiente además, te amaré, te amaré.....hasta el fin de los tiempos y después, te amaré.

las cosas no valen por el tiempo que duran, sino por la huella que dejan.

ni detrás, ni delante. AL LADO.

Lo bueno, lo único bueno de haber estado de mierda hasta el cuello y bajo la mirada de la gente que espera una explicación que tú no sabes dar, es que ahora, al estar del otro lado, y ver como una persona tiene las palabras anudadas a la garganta y no es capaz de emitir algún sonido que te haga comprender que está pasando, poseas toda la paciencia muda, comprensión desinteresada y fe ciega en alguien que por merecer la pena de la manera en que lo hace, merece también todo el tiempo que necesite y la atención que crea conveniente aceptar.

de las cosas que nunca diré, 14.

Incondicional(¡!) esa es la palabra que llevo buscando todos estos días cuando cojo el móvil e intento decirle algo que explique esta sensación que me recorre, incondicional es ayer, hoy y mañana, aquí y allá, antes, durante y después, a solas y en plena calle, es desde siempre y para siempre, de una manera u otra, incondicional soy e incondicional(mente) estoy.

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Y mientras la vida me arrojaba a la rutina día tras día, yo soñaba noche tras noche con el momento en que tu decidieras hacer tu entrada triunfal y librarme de toda esa mierda.

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Con mi falda remangada y mi angustia recurrente, con mi espalda en tres almohadas y tu astucia haciendo un puente, mi pezón amenazando y tu boca haciendo fiesta, un colchón de contrabando y la ropa haciendo siesta, mi almidón y tu eficacia….

c´est la vie.

porque había veces en las que me descubría a mi misma cogiendo las cosas con ese cuidado tan entrañable, con mis uñas tan mordidas haciendo parecer mas pequeños mis dedos, que no podía evitar recordar, y echarla de menos.