jueves, 8 de octubre de 2009

ti(empo)

El era mi única droga,
y si dios existe sabe que busqué desesperadamente un “viceversa” para esa frase
pero solo encontré unas manos llenas de soledad toda para mí,
un puñado de mentiras que eran todas verdad,
una habitación vacía de aire,
una esquina en una cama que medía dos kilómetros,
y tu aparentando estar a menos dos centímetros de mi
palabras cargadas de silencio incomodo
y caricias compartidas con cualquiera que tuviera sonrisa y media más que yo
pero tú tienes menos, no te tienes a ti
ni a mi
pero aquí y ahora hago un pacto con el tiempo, volveremos a encontrarnos, cuando yo tengo sonrisa y media más que cualquiera y no sea para ti
y no sea gracias a ti
solo, a pesar de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario