para cualquiera, para todos, para él.

No es la primera vez que alguien me dice lo de “algún día te darás cuenta de muchas cosas” y tampoco es la primera vez que “oculto” esta historia, que es la historia de mi vida, pero como pareja, en el sentido más estricto y literal de la palabra engañar, nunca os he fallado a ninguno con él, no físicamente, es a lo que me refiero, de cualquier otra manera soy culpable, no de quererlo, eso nunca, si no de quereros a vosotros, de dejar que vosotros me quisierais a mí, de ofreceros un para siempre con fecha de caducidad, de ocultaros que esa misma fecha ni siquiera estaba en mis manos, sino en las suyas.
No quiero decir que toda mi vida en pareja haya sido una farsa, es más, me niego a pensar eso, yo os quise, lo se, vosotros lo sabéis y él lo sabe, pero os estoy hablando de algo incluso superior a mí, de algo que yo no me esperaba aquel 13 de un mes como febrero, de algo que no espero que entendáis nunca, os hablo de cómo el humor y la forma de ser de una persona puede llegar a depender tanto de un solo momento, es duro deciros esto, pero hay una parte de mi que vosotros conocéis tan bien, que el nunca conocerá, la parte en la que me pongo exigente, cuando nada me vale, cuando todo lo que hacíais era insuficiente, la parte que vosotros definisteis como “estar contigo es como pasar un examen diario” esa es la parte de mi que sale a relucir cuando me doy cuenta de que nunca seréis él, cuando por un lado soy feliz con alguien pero vivo frustrada por el miedo que supone pensar que te vas a pasar el resto de tu vida pensado en otra persona y el viceversa de esto, es que la otra parte, la que enamora, la que es todo vida, fuerza y felicidad no es una parte para mi 13 de febrero, es mi yo constante, y no le supone ningún esfuerzo, jamás es una sonrisa forzada, no es un “ no pasa nada” sino un ¿Qué va a pasar, si tu estas aquí a mi lado?.
Todo el mundo se enamora, no os voy a explicar yo lo que es eso, y no podría, aunque quisiera, definiros lo que él supone para mí, y aun haciéndolo, no lo entenderíais, porque es cierto, todo el mundo se enamora, pero nadie como yo; no os estoy hablando del hombre de mi vida, hay muchos hombres de la vida de alguien, os estoy hablando de la persona de mi vida, si fuera mucho mas mayor seguramente sería mi abuelo, si fuera mucho más joven sería mi hermano pequeño, y si fuera mujer, dios, si fuera mujer sería el mayor trastorno de mi vida, pero he tenido la suerte de que sea un hombre, he tenido la suerte de jugar con él cuando era niño, de que empezara a quererme a los 19 años, de que aceptara ser mi mejor amigo cuando las cosas no nos fueron bien, y de que a los 24 volviera con un beso que cambiara el resto de mi existencia, hasta a veces pienso que es una suerte que hace tiempo yo fuera tan niñata como para no darme cuenta de esto, porque ahora todo es mucho más fuerte, porque se lo que es no “tenerlo” se el desequilibrio que eso crea en mi, se lo duro que es acostarse cada noche y que por una milésima de segundo se te platee el hecho de que a lo mejor no vuelve, porque me gravó a fuego el “nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde” , porque sabina dice que “ al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver” y entones entiendo que nunca me fui, me quede allí, a las puertas de aquel maldito verano, y que desde entonces estos serían definidos como “mis caóticos veranos” como una especie de luto, se pasaba los veranos sola en memoria de aquel que no supo compartir…..
Y el porqué no sabéis esto aunque los más inteligentes lo sospecharais? Supongo que porque además de que yo también soy muy inteligente, no es una buena carta de presentación un: “hola yo soy Sonia Chedas, y aunque te voy a ofrecer todo lo que esté en mi mano, hay una persona en mi mente que ni tú, ni yo ni nadie va a poder borrar, jamás”
Y antes de hablarte solo a ti, vuelvo al principio, se las cosas que hice mal, se las cosas de las que me di cuenta, ya se de lo que me arrepentí, esas lecciones ya están aprendidas, siento que mi cabezonería no acepte consejos con respecto a esto, miento de nuevo, no lo siento, (risas) estoy tan segura de él, de mi…. Que me ciño a un rotundo “ si no estás dentro no puedes ni sabrás opinar”.

Y ahora tu, que ya lo sabes todo, menos esto, una lección de madurez (la mia), te sonará lo de:
Lo mejor de conseguir algo es el camino que te lleva a hacerlo; pues yo tengo una mejor, que viniendo de mi hasta te sorprenderá, lo importante de conseguir algo no es conseguirlo, ni siquiera el camino que te lleva a ello, lo mejor, lo más placentero y gratificante (para conmigo) es que después de conseguirlo te siga gustando, y tú lo sabes, AMOR, a mi: ME ENCANTA.

“Cuando el dolor se calmó -y sólo hay un remedio para eso, el paso del tiempo-, entendí que la vida me había permitido conocer al único hombre que sería capaz de amar en toda mi vida. Cada segundo pasado a su lado había valido la pena; a pesar de todo lo que había sucedido, volvería a repetir cada paso que había dado”.